El diario cada vez menos privado de Natsu

22 febrero 2011

Feminismo de igualdad y hembrismo idiota. O por qué el segundo se tiene que acabar de una vez por todas.

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Hola a todos.

Quiero escribir desde hace mucho tiempo sobre esto. De hecho, desde principios del año pasado. Pero no conseguía hilvanar mis ideas de tanto que quería expresar. También, porque el asunto es importante y serio. Por fin espero haberlo conseguido.

Este tema es espinoso y políticamente incorrecto, pero hay que afrontarlo más tarde o más temprano. Advertencia: este texto os puede resultar cansino. Remacho mucho algunas cosas, pero porque creo que es necesario machacar con ellas.

Volviendo a los artículos sobre las utopías y sociedades ideales, y de cómo conseguir eso mismo, una sociedad en la que todo el mundo pueda tener sus necesidades básicas satisfechas, desarrollar su potencial personal al máximo y alcanzar la felicidad, es imprescindible que se trate el asunto del sexismo, esto es, la discriminación por razón de sexo. Como siempre, empezamos con las definiciones:

El sexismo, según la RAE:

1. m. Atención preponderante al sexo en cualquier aspecto de la vida.

  1. m. Discriminación de personas de un sexo por considerarlo inferior al otro.

Nos vamos a centrar en la segunda definición, que es ahora mismo la más extendida: el sexismo como discriminación de las personas de un sexo por considerarlo inferior al otro. Lo que quiere decir que puede producirse contra hombres o contra mujeres. Durante mucho tiempo se creyó que sólo lo sufrían las mujeres y, por lo tanto, se luchaba contra el “machismo” o la creencia de que el varón («macho») es superior a la mujer. Nótese que “macho” es una forma de describir al animal de sexo masculino.

Antes de seguir y como esto va para largo, permitidme que aclare los términos para que las cosas queden claras.

TÉRMINOS:

Un detalle sobre el feminismo. En teoría, nació para equiparar los derechos de las mujeres a los de los hombres, cosa que las mujeres no tenían. También se propugnó que la igualdad mejoraría la situación de los hombres: ciertamente, si una mujer trae un sueldo a casa (como es mi caso), ya hay dos sueldos y, por lo tanto, el hombre no tiene por qué aguantarle tanta mierda a su jefe como le tocaría soportar si fuera el único responsable de que se pague la hipoteca y se mantenga a los hijos. Supuestamente, la emancipación de las mujeres debería ser buena para todos. Y en parte, ha mejorado algunas cosas. Hay quien dice que si el machismo es postular la superioridad del hombre, el feminismo es postular la superioridad de la mujer. No estoy de acuerdo. El feminismo nació buscando igualar los derechos de las mujeres a los de los varones. El defender la superioridad del sexo femenino sería “hembrismo”.

En cuanto a los términos, “fémina” y “varón” son términos respetuosos para referirse a un ser humano según su sexo. “Macho” y “hembra” son términos utilizados para referirse a animales de sexo masculino y femenino respectivamente. De ahí que a las corrientes de pensamiento que propugnan la superioridad de un sexo sobre el otro se las llame «machismo» y «hembrismo», mientras que el feminismo y el varonismo buscarían una igualdad de oportunidades entre ambos sexos. Lógicamente, los machistas raras veces admiten que lo son. Pocas frases me ponen tanto en guardia como «yo no soy machista, soy tradicionalista…» Lo que suelo escuchar después de esto tiende a no gustarme. Y las hembristas tampoco se llaman a sí mismas así.

Ahora es cuando debería declararme feminista varonista y estar en contra del hembrismo y del machismo por igual. Pero me temo que no puedo hacer tal cosa. Las feministas-de-salón o hembristas (o más bien, las jetas) no se llaman a sí mismas hembristas. Se llaman a sí mismas, feministas. Y con el tiempo, han conseguido cargarse el término, o dotarlo de tantas connotaciones negativas, que sería difícil recuperarlo.

No quiero renunciar, sin embargo, al término, porque me parecería un insulto hacia las mujeres que se partieron los cuernos, y en algunos casos hasta murieron, por dejarme en igualdad de condiciones legales con los hombres. No se merecen eso. Y también, porque al feminismo le quedan muchas batallas pendientes. De modo que diré que si feminismo es la búsqueda de la igualdad de oportunidades entre ambos sexos, entonces soy feminista. Si varonismo es la búsqueda de la igualdad de oportunidades entre ambos sexos, también soy varonista. Si feminismo es revanchismo contra los varones, y la lucha por crear leyes que discriminan a los hombres sólo por el hecho de serlo, eso para mí no es feminismo sino hembrismo, y es igual de malo que el machismo o peor todavía, porque de momento el machista se avergüenza y se esconde, pero las hembristas tienen la caradura de ir por el mundo intentando presumir de superioridad moral.

Por lo tanto, concluiré diciendo que busco la igualdad de oportunidades y desarrollo potencial de todas las personas, independientemente de… todo. No doy la barrila suprema que doy sobre la educación por gusto de fastidiar, sino porque la considero importante a la hora de dar igualdad de oportunidades a las personas.

Sigamos.

En la mayor parte del mundo, la discriminación legal por sexo la sufren las mujeres. De hecho, cuanto más pobre el país y más carente de garantías legales, mayor es la discriminación contra las mujeres. No tanto porque se quiera discriminar a las mujeres en general, como porque en un entorno hostil donde la fuerza sea necesaria y la pobreza predominante, las personas débiles son las que peor lo pasan. Si todo el pueblo pasa hambre, es más fácil robarle las vacas a una viuda con dos hijas que a una familia con marido e hijos adolescentes, por ejemplo.

Pero un tema importante sobre el que quería tratar, es el menos conocido tema del sexismo que afecta a los varones. O sea, discriminación por ser hombre. A algunos de mis lectores quizá les suene a chino, pero por desgracia es algo que está ocurriendo hoy en día en algunos países. Entre ellos, el mío.

Antecedentes. Por favor, permitidme remontarme a mi tierna infancia:

Cuando yo era pequeña y estaba en el colegio, y estudiaba en los libros de Historia, veía que casi todos los personajes importantes eran varones. Esto me ponía nerviosa. Me daba, de hecho, miedo. Porque desde pequeña, mi madre y mi hermano mayor me habían inculcado, una el sentido común, y otro el pensamiento lógico. Si las personas más importantes en su mayoría habían sido varones… los indicios apuntaban a que… yo había nacido un ser inferior. Glups. Qué idea más terrible, ¿no? Eso me daba tanto miedo que tardé en hacer la pregunta en voz alta.

Ahora tengo 31 años, y sé mucho más. También se sabe mucho más sobre genios, femeninos, masculinos y de todo tipo de culturas y naciones, que ha habido en la Historia. Pero recuerdo haber tenido esa inquietud. Recuerdo una conversación con una amiga, con doce o trece años:

-Oye… ¿no te resulta raro que todos los grandes artistas hayan sido hombres?

-Me da igual lo que hayan sido otros antes. Nosotras somos nosotras ahora.

Como veréis, ella tenía mucha más prestancia y fuerza de espíritu que yo. A mí me afectaba lo que 5.000 años de Historia pudieran decir del colectivo al que pertenezco. Ella reconocía los 5.000 años de Historia, pero daba por sentado que si quería, los superaría. Con el tiempo sería la segunda de su promoción de Física, por detrás de otra chica. Ahora trabaja en el Centro Nacional de Aceleradores con una beca de investigación. Porque las estadísticas no se pueden aplicar a los individuos.

Pero volviendo a mi infancia, como yo era una niña de doce o trece años y no soy un personaje heroico, en el sentido de que nunca he sabido nada, ni estado segura de nada que no me hubieran enseñado antes, mi preocupación siguió firme en alguna parte de mi cabeza.

La respuesta a mi inquietud me la dio Isaac Asimov en un comentario que hizo sobre un relato corto (en concreto, La cena boba):

Las mujeres, en general, han dado a la humanidad menos genios y menos idiotas.

Tan simple y tan fácil al mismo tiempo. Aquello tenía sentido, pero ya entonces tenía yo la manía de comprobar si lo que me contaban era cierto. Volví a los libros de Historia. Ciertamente, la mayor parte de artistas, grandes estadistas, héroes y científicos eran varones (aunque había mujeres, más mientras más moderno era el libro, más mientras más escarbabas entre la información). Pero también la mayor parte de genocidas, asesinos y bestiajos en general habían sido varones (aunque también había mujeres… más mientras más escarbabas… más mientras más reciente era el libro).

Así que llegué a la conclusión de que, «en general», los varones tendían más hacia los extremos para lo bueno y para lo malo, y las mujeres eran más estables y que, por lo tanto, ningún sexo era superior al otro. Es decir, que cada persona es un mundo, y no se podía decir que los hombres eran superiores a las mujeres por haber dado más genios, ni que los hombres eran inferiores por haber dado más genocidas o criminales, sino que debía juzgarse a cada ser humano según lo que ese ser humano en cuestión hacía con su vida. Después de todo, la inmensa mayoría de las personas no somos ni genios ni idiotas, ni próceres ni criminales. La mayor parte de la gente somos personas normales, con trabajos y vidas comunes y corrientes, y nuestra capacidad para mejorar nuestras vidas y las de los demás dependerán de la educación que recibamos, de nuestro trabajo duro y de nuestra ética. ¡Problema solucionado! Y a otra cosa, mariposa, me dije. ¡Genial! Habiendo encontrado la solución a la duda que me atormentaba (y tras dar por sentado automáticamente que todo el mundo habría llegado a la misma lógica conclusión), seguí con mi vida con una preocupación menos en mi juvenil mente. Viva la lógica.

Debido a esto y a mi situación familiar, siempre pensé que el sexismo ya no existía y que, como la esclavitud o el racismo, era cosa del pasado. Yo el sexismo lo había estudiado en clase de Historia, básicamente. En mi casa, trabajaban mi madre y mi padre. Mi hermano mayor tuvo una época juvenil en la que pensaba que la mayor parte de las mujeres eran idiotas, pero también pensaba que la mayor parte de los hombres eran idiotas, o sea que sexismo, lo que es sexismo, en casa no gastábamos. Con lo que di por sentado que salvo tres gatos tarados que pudiera haber por ahí sueltos, este tema estaba más que solucionado y pertenecía, como la esclavitud, a un pasado remoto y bárbaro del que por suerte, la humanidad me había hecho el favor de salir antes de que yo naciera.

También llegué a una conclusión importante: la generalidad es aplicable a los grandes números… pero jamás a las personas. Puedes decir «a las mujeres les gusta el chocolate», y todavía entenderemos que es a la mayoría. Pero cuando conoces a una persona, no puedes dar por sentado que cumple ningún estereotipo. Los estereotipos y generalidades funcionan con conjuntos grandes, pero empiezan a ser menos válidos según el grupo va disminuyendo, y NUNCA son aplicables a un único individuo. Sean estereotipos buenos o malos, cada persona es un mundo, y usarlos no es muy buena idea. Esto es importante, lo trataremos más adelante.

Permitidme hacer otro inciso personal: a mí los estereotipos me matan, me amargan, me descomponen y me enferman. Probablemente porque no concuerdo con casi ninguno de ellos. Soy una española de piel clara, una sevillana que no sabe bailar flamenco, una chica a la que siempre se le dio bien leer mapas y que era bastante tarada social y “no escuchaba”. Por este motivo, los juicios y prejuicios por “pertenecer al colectivo X” me fastidian soberanamente. No me gustan los estereotipos sobre sevillanos, andaluces, españoles, diseñadores, estudiantes de letras, teleoperadores, hombres o mujeres. No me gustan nada porque aunque puede que “en general” muchas personas del grupo X tengan la característica Y, joroba mucho no tener esa característica y que la gente la espere, convirtiéndote en “el bicho raro”. Y ya si te prejuzgan por eso, peor todavía.

Como ejemplo os diré que con casi 32 años, según el estereotipo, debería acercarme muerta de la ilusión a cada bebé que veo. Y lo cierto es que no me llaman nada, ni reloj biológico ni leches. Nunca se me olvidará la cara que puso aquella “guiri” cuando supo que era de Sevilla y tuve que decirle que no sabía bailar flamenco. Casi me suplicó que le enseñara algo. Como me negué, porque de verdad no sé bailar sevillanas, me miró con cara extrañada. O pensaba que le mentía, o pensaba que era una sevillana defectuosa por no saber bailar flamenco. Fastidia mucho que te prejuzguen incluso en tonterías como ésas, así que imaginaos lo que tiene que significar soportar prejuicios debido a pertenecer a un colectivo cuando lo que está en juego es alquilar un piso o conseguir un empleo. Pues debe de ser una auténtica putada.

Entended esto: las generalizaciones pueden servir (y a ratos) para los grandes grupos, pero nunca, nunca, NUNCA son aplicables a individuos. Jamás de los jamases never ever jamais que no. Decir “a las mujeres no le suelen gustar los ordenadores tanto como a los varones” tiene un pase. Decirlo de UNA mujer es una putada: puede estar estudiando informática y entonces la estarías prejuzgando. Y por lo tanto, con un tío tampoco se puede hacer. Me da IGUAL que la mayor parte de los delincuentes (lo siento chavales) sean varones, eso NO es excusa para tratar a todos los varones como delincuentes. Me da IGUAL que la mayor parte de los genios (lo siento chavalas) sean varones, eso NO es excusa para tratar a todas las mujeres como si no tuvieran capacidad para serlo.

Repito (y perdonad que machaque, pero es que esto es importantísimo) las generalizaciones y estereotipos pueden servir (si se comprueba mediante estudios correctos que son ciertos) para conocer características muy generales de algunos grupos de personas. Pero no se pueden usar, porque NO SIRVEN para juzgar o conocer a individuos, ¿de acuerdo?

De este modo se podrían utilizar las estadísiticas para probar falacias. Las «hembristas» podrían afirmar que como la mayor parte de los criminales son varones, un hombre cualquiera es inferior a las mujeres (porque pertenece al grupo de los criminales). No, cacho burra, Jenny la camarera no es mejor que Marcos el camarero porque Heinrich Himmler fuera un asesino de masas. Marcos es Marcos, y no se le puede juzgar por lo que han hecho otros antes que él. El opuesto es la falacia utilizada por los machistas: como la mayor parte de los genios han sido varones, un hombre cualquiera es superior a todas las mujeres. No, pedazo de imbécil, Juan Luis el pizzero no es mejor que Luisa la pizzera porque Rembrandt pintara buenos cuadros.

Volviendo al tema, hubo otros motivos que me hicieron ver las diferencias históricas entre los sexos de otra manera. Más adelante, leer más libros y ampliar mi cultura me hizo ver que la sociedad no sólo la han construido los pocos que están en la cima. La han construido entre todos. Sócrates se pudo poner a pensar porque había otro sembrando el campo y otro aún más desgraciado en la mina, sacando el cobre y el hierro que la sociedad necesitaba. Los altos cargos, los de pensadores, escritores y tantos otros, solían ser escasos. Cierto, las mujeres muchas veces no habían accedido a ellos, muchísimas veces se les había negado la oportunidad de ser pensadoras, escritoras, pintoras… Pero no se nos debía olvidar que a la mayor parte de los hombres también se les negó la oportunidad de ser todo eso.

Para que hubiera alguien pensando, pintando, organizando ejércitos, inventando cosas nuevas, tenía que haber alguien produciendo comida y artículos de primera necesidad para ellos. Este tema lo trabajaron los escritores españoles de la generación del 98. Se trata de la Intrahistoria. Para quienes no lo sepan es, según la RAE, una “voz introducida por el escritor español Miguel de Unamuno para designar la vida tradicional, que sirve de fondo permanente a la historia cambiante y visible”. Pero era más que eso. Al menos en los libros que yo leí, era una forma de recuperar la importancia de toda la gente que tuvo que arar, sembrar, cosechar y deslomarse en general, morir si era necesario, para que los que tenían el control del poder cambiaran fronteras, expandieran imperios, ordenaran a grandes artistas la redacción de panegíricos como La Eneida, la construcción de grandes palacios, templos y tumbas, la composición de nuevas obras musicales, etc. Se trataba, en suma, de centrarse no en César, sino en el que le ensillaba el caballo a César. No en Carlomagno, sino en quien plantó el trigo para que Carlomagno se dedicara a hacer grandes cosas.

Entonces me di cuenta de que mi sentimiento de inferioridad al respecto del varón estaba totalmente equivocado. Mi sentimiento de inferioridad era con respecto al status de un mínimo de personas (en su mayoría varones): los que llegan a la cima y al poder. Pensar que ese 10% era lo mejor de la humanidad era sin duda, un insulto al 90% restante que estaba haciendo el trabajo sucio para que alguien como Aristóteles tuviera tiempo libre en que ponerse a pensar. Resumiendo… está bien querer que haya una mitad de mujeres en esa parcela de 10% de puestos en los que se decide el destino de la humanidad (o en los puestos en los que se hacen cosas altamente influyentes). Lo que está mal es despreciar al 90% restante, sean hombres o mujeres. Aristóteles no se pudo poner a darle al caletre hasta que muchos otros se pusieron a hacer el trabajo duro. Es más, puede que alguno de los que estuvieron haciendo el trabajo duro hubiera sido igual de bueno que Aristóteles si hubiera tenido la oportunidad.

De modo que, realmente, lo importante es crear, mantener y sostener una sociedad en la que todos (hombres, mujeres, el que trabaja en el campo, el que trabaja en la mina) tengan la oportunidad de llegar a los puestos de trabajo más creativos, al 10% de las altas esferas o, mejor aún, de influir directamente (mediante democracia participativa) en las altas esferas. Las oportunidades (al menos legalmente) ahora son las mismas, y eso es lo importante. Y debemos seguir trabajando para que las diferencias, no ya entre sexos, sino entre clases y entre posiciones socioeconómicas sean cada vez menores. En crear una igualdad de oportunidades, cada vez mayor (más efectiva).

Ahora bien… igualdad de oportunidades no implica igualdad de resultados.

Sé que esto suena raro, pero lo tengo que repetir porque es importantísimo: igualdad de oportunidades no implica igualdad de resultados.

Creo que todos estamos de acuerdo en que todo el mundo debe tener igualdad de oportunidades. Todos tenemos derecho a que se nos juzgue en igualdad de condiciones a la hora, por ejemplo, de conseguir un empleo. Pero una cosa es que todos tengamos las mismas oportunidades (cosa que es imprescindible), y otra muy distinta que las autollamadas “feministas” de la quinta hornada se empeñen en que tiene que haber un 50% de mujeres en todos los puestos de trabajo habidos y por haber, estén ellas preparadas y capacitadas para ejercer el empleo o no.

Por ejemplo, es indudable que tiene que haber mujeres policía. En especial es importante en casos en que hay que atender a víctimas femeninas tras, por ejemplo, violaciones o ataques relacionados con su sexo. Pero no es imprescindible que sean el 50% y, desde luego, es del género tonto que por rellenar la cuota, se exija menos estatura y menos presencia física que a un policía varón. Luego pasan cosas como ésta:

http://crime.about.com/od/current/a/brian_nichols.htm

http://en.wikipedia.org/wiki/Brian_Nichols

Para el que no conozca el caso: en EEUU, había que llevar a un acusado de violación que medía 6 pies (1,80 m aproximadamente), buena parte de ellos músculo. Como son muy políticamente correctos y en todas partes tiene que haber un 50% de mujeres, iba escoltado por una señora de 51 años que medía aproximadamente 5 pies 2 pulgadas (1,57 m ). El acusado le arreó a la policía, le quitó la pistola y se cargó a un juez y a un periodista, además de escaparse. Luego le pillaron y le cayó una condena larguísima. Pero el caso es que se habrían salvado dos vidas si a alguien se le hubiera ocurrido que una mujer de mediana edad que mide metro y medio no está capacitada para escoltar a un tipo que le saca dos cabezas y pesa el doble. Y mucho ojo, no está capacitada, no por ser mujer, sino porque mide 1,57 m y tiene 51 años. Un hombre con las mismas características físicas probablemente habría pasado por lo mismo. El problema es que cuando las estadísticas dicen que en la policía o en bomberos o entre los funcionarios de prisiones hay más hombres que mujeres, alguien se empeña en que por narices, porque sí, «por cojones», el baremo tiene que ser del 50% para cada sexo. Independientemente de la capacidad de esas personas para realizar el trabajo. Después hay problemas y todo son lloros.

Cuando estas estúpidas políticas de cuota quedan en entredicho porque producen, por ejemplo, dos muertos, la respuesta es “una mujer puede hacer lo mismo que un hombre”. Sí, una mujer puede hacer lo mismo que un hombre. Pero no vale cualquier mujer para hacer lo mismo que cualquier hombre. Los policías no tienen por qué ser varones, desde luego. Y al menos en puestos de atención al público, de registro y de control (para registrar a sospechosas o atender a ciertas víctimas), es necesario e imprescindible que algunos sean mujeres. Pero los policías, en general, tienen que ser grandes, fuertes, capaces de imponer respeto con su presencia y estar preparados para resistir ataques violentos. Y si en ese caso resulta que de todos los idóneos para el puesto, el 70% son varones y el 30% son mujeres, no hay motivo para sentirse discriminado, a no ser que queramos quejarnos al universo o al dios en que crea cada uno, pero me temo que ni el cosmos ni los dioses tienen libro de reclamaciones a disposición del público.

No sé qué opinan los demás, pero a mí me parecería peor estar más insegura porque una mujer policía no esté capacitada o preparada para el puesto. De hecho, dada la naturaleza del trabajo, creo que las mismas mujeres estarían bastante inseguras.

En suma: creo en la igualdad de oportunidades, pero no en que ésta implique ni deba implicar igualdad de resultados. No me siento ofendida porque haya más varones en la policía y bomberos, y más mujeres en enfermería y docencia. Lo importante es que las puertas estén abiertas a todo el mundo… y que el puesto se lo quede siempre la persona más competente. Es más, creo que las mujeres que son verdaderamente competentes para los puestos generalmente ocupados por hombres, salen perjudicadas si se meten a la fuerza a incompetentes en esos mismos puestos. Y también creo que es contraproducente crear puestos adrede para que más mujeres puedan acceder a ellos. En España tenemos el ejemplo de las cárceles. Os explico.

Hasta hace muy poco, el puesto altamente remunerado (por ser muy exigente física y psicológicamente) de funcionario de prisiones estaba copado por varones. ¿Por qué? Porque por motivos de seguridad, los funcionarios de prisiones estaban divididos por escalas basadas en el sexo: hay escala masculina y escala femenina, de modo que los varones son custodiados por varones y las mujeres por otras mujeres. Como quiera que la mayor parte de los presidiarios son varones, lógicamente siempre había más puestos de funcionario de prisiones para hombres. Al partido en el gobierno se le ocurrió la genial idea de que las mujeres deberían poder acceder al 50% de los puestos de funcionaria de prisiones. El gobierno unificó las escalas masculina y femenina… para que hubiera más puestos para las mujeres. Ello acabó implicando que habría un 50% de mujeres custodiando a los presos, y un 50% de varones custodiando a las presas. ¿Resultado? Abusos sexuales y de autoridad:

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/04/23/madrid/1272009106.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/19/madrid/1295453947.html

Recordemos que en una prisión, el preso está a merced de sus cuidadores. El resultado de esta medida que supuestamente se planteaba para aumentar los derechos de las mujeres ha hecho que otras mujeres (las presas) pierdan derechos todavía más fundamentales. Esto es una pérdida, un retroceso para la sociedad en general.

Lo que hay hacer es centrarse en la causa de esta desproporción. Esta diferencia está basada en el hecho de que en la población reclusa es mucho mayor la proporción de hombres que de mujeres.

El problema es que el policorrectismo y el feminismo-revanchista (al que prefiero llamar “hembrismo” para separarlo del feminismo que busca la verdadera igualdad), importado desde Estados Unidos, se han empeñado en que si en una población hay mitad de hombres y mitad de mujeres, quince por ciento de negros y diez de hispanos, por narices en toda organización tiene que haber mitad de hombres, mitad de mujeres, y además un quince por ciento de negros y diez de hispanos. A igualdad de capacidades, la petición es lógica. Pero si se ignoran las capacidades y necesidades del puesto para forzar las cuotas… entonces tenemos un problema. Si no hay bastantes mujeres de 1,70 m que quieran ser policía o bomberos porque las mujeres de 1,70 m prefieren intentar ser modelos, la solución no es bajar los requerimientos para ser policía hasta que midan 1,60 m. Esto es peligroso. La solución es motivar a los colectivos infrarrepresentados (sean mujeres, negros, asiáticos, inmigrantes o hijos de trabajadores circenses) a que estudien, trabajen y se preparen para esos puestos. Y que lo consiga el mejor.

El caso que quería comentar es que en este país, España, existe una lacra social, que viene de muy largo. Se trata del maltrato hacia las mujeres en el seno familiar. Esto es, la violencia hacia las mujeres (verbal y física, a veces con resultados mortales) por parte de sus esposos o parejas. Como es, efectivamente, una lacra social, se ha orquestado una campaña de concienciación y de ayuda a esas mujeres, algo loable. Y también han surgido campañas de protección, que por supuesto también son loables y necesarias.

El problema es que entre muchas medidas razonables y necesarias de ayuda a las víctimas de violencia doméstica, se ha creado una ley que discrimina a los hombres. Así, como se lee. Los españoles lo sabrán ya, pero permitidme recordarlo para informar a los que no son españoles. En 2004 se aprobó la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

Por decirlo rápido y mal, en caso de acusación de violencia doméstica, esta ley le quita derechos al varón. En concreto, el derecho constitucional a la presunción de inocencia. Si una mujer te denuncia, como mínimo te detienen ANTES de investigar nada.

Mucho ojo, la ley también incluye muchas medidas muy positivas y necesarias, especialmente de protección y ayuda, medidas que están más que bien:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Ley/Integral/Violencia/Genero/elpporsoc/20040603elpepusoc_8/Tes

Pero esta ley empieza mal porque denomina violencia de género a la violencia doméstica. Dejando aparte el error semántico (en castellano, las palabras tienen género pero las personas no, las personas tienen sexo), lo cierto es que las personas que suelen cometer actos de violencia doméstica raras veces agreden fuera de su entorno. Esto es, la violencia en general no se produce por motivos de género, sino porque tienen a una persona dependiente cerca con la que pueden descargar sus frustraciones (principalmente la pareja, pero también hijos u otros familiares). No se trata de violencia sexista, sino doméstica: se abusa de la persona que se tiene cerca.

El tema es que, como es lógico y normal, los hombres pueden sufrir y sufren este tipo de violencia y sin embargo la ley no hace un apartado separado para ellos, sino que da por sentado que siempre son los atacantes, cosa que no es cierta:

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/26/barcelona/1290791173.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/27/andalucia_malaga/1280238714.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/22/galicia/1290446575.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/11/andalucia/1284208077.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/15/galicia/1284574978.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/09/23/madrid/1222190376.html

Como veréis, bestias los hay de todos los sexos, nacionalidades, etnias y colores. Pero lo cierto es que la mayor parte de las personas, de momento, no hemos matado a nadie, ni siquiera le hemos levantado la mano a nuestra pareja. Y como la mayoría somos más bien honradetes, no tiene sentido discriminar a nadie porque haya una minoría de criminales. Sin embargo, los políticos quieren extrapolar el odio que pueda haber entre parejas que se hacen esto, a toda la sociedad. Y han convertido la dicotomía real, la primigenia, la importante, esto es, “asesinos contra víctimas”, en “hombres contra mujeres”, como si no hubiera mujeres maltratadoras ni hombres víctimas.

Por ello la ley se centra en la violencia que sufren mujeres a manos de hombres. Lo que dejaba indefensos a varones víctimas de mujeres, varones víctimas de varones y mujeres víctimas de otras mujeres. Por si alguien no lo recuerda, en España el matrimonio homosexual es legal, de modo que existe posibilidad de que se produzca violencia doméstica en todos estos casos. Hubo protestas:

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/24/espana/1290599539.html

Como veréis, la ley es atrozmente injusta. Ignora las necesidades de buena parte de la población, asume que quienes pertenecen a ciertos colectivos son automáticamente agresores, y otros son automáticamente víctimas. Hace que una simple acusación de una mujer a un hombre cause que éste sea arrestado y retenido. ¿Resultado? Que en casos de divorcio, más de una y más de dos aprovechadas utilizan la ley para abusar legalmente de sus ex-parejas. ¿En suma? El hombre sufre discriminación legal, y grave. Ya la sufre bastante en casos de divorcio, puesto que en este país aún es muy raro conseguir la custodia compartida de los hijos. Pero la ley contra la violencia “de género” (en comillas porque sigue siendo un error) ha conseguido que unas pocas se aprovechen del sistema judicial para abusar de los hombres, mientras que las auténticas víctimas de maltrato siguen muriendo a más de una por semana.

http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=617479

Ni que decir tiene que hay muchas mujeres en contra de semejantes barbaridades. Quien se ha posicionado en voz más alta ha sido la juez María Sanahuja, que es lo que yo siempre he considerado un ejemplo de feminismo: esto es, una mujer que quiere los mismos derechos que un hombre y las mismas oportunidades, y ni uno más. Aquí tenéis su opinión en fuentes variadas:

http://www.youtube.com/watch?v=9OVfpCzJkg8

http://www.secuestro-emocional.org/Noticias/DolorHombres-Sanahuja.htm

http://galizart.fiestras.com/servlet/ContentServer?pagename=R&c=Articulo&cid=1257207765678&pubid=988617426871

http://custodiapaterna.blogspot.com/2009/12/la-juez-maria-sanahuja-denuncia-otra.html

Pero no es la única en la judicatura que ha alzado la voz a este respecto:

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/21/espana/1295620388.html

Nótese que la cosa ha llegado hasta el punto de que se está planteando anular la presunción de inocencia de ciertos ciudadanos. Me parece que no ha sonado lo bastante fuerte, permitidme dar un berrido, ya que la ocasión lo requiere: SE ESTÁ PLANTEANDO ANULAR LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA A LA MITAD DE LA POBLACIÓN. ¿Suena ya lo bastante grave y preocupante? Perfecto, porque es JODIDAMENTE grave y nos tiene que tener jodidamente preocupados. Eso sería algo aberrante, terrorífico y un peligro si sienta precedente. Si una “causa justa” permite que destruyan derechos… ¿qué impide que destruyan o eliminen o conculquen otros derechos por otra “causa justa”? No quiero que se acabe con la presunción de inocencia, ni con la carga de prueba del acusador POR NADA. Ningún motivo, ninguna causa, justifica volver a los métodos “legales” de la Inquisición. Porque tener que demostrar la inocencia el acusado y no la culpabilidad el acusador son, directamente, los métodos de la Inquisición (y de regímenes dictatoriales). Y no sé vosotros, pero yo no estoy dispuesta a consentir tal cosa. Esto ha llegado demasiado lejos, y en algún momento lo tenemos que parar.

Tal y como están las cosas, puesto que se abusa de la ley con denuncias que luego no llegan a ninguna parte (según Sanahuja, el 59% de los casos no llega a nada), los casos verdaderamente graves de violencia doméstica se les escapan a los jueces porque los recursos policiales y judiciales se reparten entre todos los casos y todas las acusaciones. Esto es, las mujeres que deberían estar siendo protegidas no están recibiendo toda la protección que necesitan, están muriendo lo mismo o todavía más aún a manos de sus agresores y, al mismo tiempo, hombres inocentes están sufriendo todo el peso del sistema judicial debido a las denuncias falsas. O sea, que el objetivo de la ley (salvar vidas) no se ha cumplido, pero ahora hay nuevas víctimas por otro lado.

Inciso importante: las medidas de ayuda a las mujeres que quieren escapar de un maltratador son loables y necesarias. No me veréis criticar ninguna medida de apoyo positivo. Es sólo que creo que los hombres maltratados deberían también tener derecho a esas ayudas. Me da igual que los hombres maltratados sean menos, me da igual que sean pocos, me da igual que sea solamente uno: tiene derecho al mismo apoyo por ser persona y víctima. Estoy en contra tan sólo de las medidas que retiran derechos a algunos ciudadanos sólo por haber nacido hombres. Más que nada, porque lo de llevar al cuartelillo a un hombre sólo porque una mujer le denuncie se supone que es para evitar asesinatos y, sin embargo, eso no está funcionando:

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/25/espana/1293296375.html

Ninguna ley debe ser injusta desde la base. Si falla en el concepto, ¿cómo se puede llevar a la vida real? Es con leyes justas y hay abuso, ¿cuánto abuso puede producirse de una ley que de base, ya en el papel, es abusiva? Algunas personas sólo necesitan que les den la posibilidad para intentar hacer daño a otras:

http://www.heraldo.es/noticias/condenan_prision_una_mujer_por_mentir_ante_juez_caso_malos_tratos.html

En suma: esta ley era una aberración desde el principio y lo es ahora. Y mucho ojo, por desgracia, durante mi vida, he tenido ocasión de toparme con auténticos machistas. Siempre pensé que si una mujer hacía el trabajo igual de bien que un hombre, tendría asegurado su puesto de trabajo y el respeto de sus compañeros. Se me quedaron los ojos a cuadros y se me heló la sangre en las venas cuando conocí por primera vez a un tío capaz de quitar un empleo a una madre soltera más competente que otro hombre con tal de no trabajar con mujeres. No estoy intentando que la mujer dé pena por su situación familiar, mucho ojo. No me estoy inventando lo de que la madre soltera era más competente: los otros dos compañeros de trabajo admitían que era más competente, currante, espabilada y trabajadora que el chico que al final se quedó el puesto. Cuando por primera vez supe de algo así, me quedé fría. Se me heló la sangre en las venas sólo de pensarlo. Olvidemos que era madre soltera. ¿Trabajar duro y hacer las cosas mejor que nadie no te aseguraba un puesto de trabajo? ¿Te lo podían quitar por ser mujer? Era aterrador. Aquello no tenía lógica. Yo siempre había creído que cosas así eran parte del pasado. Por desgracia, me equivocaba. Esto todavía existe.

Pero, ¿sabéis qué? Que esta ley no va a ayudar en NADA a que casos como ése se reduzcan. En nada, o en menos todavía.

Ahora no dejo de toparme con comentarios por todas partes que dicen que las mujeres somos unas frescas que queremos ventajas. Y me falta tiempo para contestar que ésas serán Leire Pajín o Bibiana Aído o cualquiera de las incompetentes al 50% que tienen los socialistas en sus listas. Una servidora está más que dispuesta a currarse su puesto en igualdad de condiciones. Y personalmente, no soportaría que se llegara a insinuar siquiera que conseguí cualquier puesto porque me “tocaba” por cuota, pasándole por encima a alguien que lo merecía más que yo.

Vamos a ver, evidentemente, como mujer, estoy completamente en contra del machismo, de la misoginia y de la discriminación hacia las mujeres. Lo que no termino de “pillar” es cómo demonios vamos a acabar con todo eso con hembrismo, misandria y discriminación legal y establecida hacia los hombres. Lo que quiero es igualdad de oportunidades, no excusas para cargarse los jodidos derechos civiles poco a poco. Hoy retiran la presunción de inocencia a los hombres para salvar vidas de mujeres (que la causa es muy justa), y mañana podrían retirar otro, que causas justas no habrán de faltar. Y si pensara que una injusticia arregla otra, lo mismo “colaba” pero como no lo pienso, pues va a ser que estoy en contra. Mira tú por dónde.

De modo que me veo obligada a escribir este artículo diciendo todas estas obviedades. Y son eso, obviedades, cosas del más básico sentido común. Pero hay que empezar a gritarlas, no vaya a ser que alguien se crea que todas las mujeres pensamos como las que se arrogan el derecho de hablar en nuestro nombre.

Ahora haré un resumen de mis propuestas para mejorar esta situación, como mujer que está a favor de una lucha justa por la igualdad social en general.

1º. Hay que acabar con las cuotas y con cualquier tipo de discriminación positiva. Discriminación positiva sigue siendo discriminación.
Mirad, antes, cuando había una mujer en política, o en el ejército, era porque lo valía. Porque estaba a la altura de las circunstancias. Seamos serios: quiero para cada puesto de trabajo a la persona más competente posible. Los policías tienen que tener una estatura y una condición física. Estoy muy en contra de esto:

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/28/madrid/1296212694.html

Un bombero puede tener que cargar con el peso de una persona inconsciente, necesita resistencia física y rapidez. Y desde luego, me da igual que sea hombre o mujer, pero si tiene que correr cien metros en once segundos, tiene que correrlos. Y si resulta que no entran mujeres, pues será porque no están preparadas.

Si los tiempos son imposibles para todo el mundo, lo lógico sería bajar la escala para todos. No hacer una escala masculina y otra femenina. El puesto tiene que quedárselo el mejor, me da igual que sea hombre o mujer. Si una mujer corre los metros que tiene que correr, hace las flexiones y saltos necesarios y se le niega el puesto estando preparada para él, seré la primera en remover cielo y tierra para que le den lo que es justo. Ahora bien… nunca, nunca, jamás defenderé que una mujer le pase por encima a un hombre más preparado que ella sólo por el hecho de que es mujer.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/mujeres/superen/pruebas/bombero/Madrid/tendran/puntos/elpepusoc/20110221elpepusoc_4/Tes

Esto me parece una barrabasada. Una cosa es quejarse porque una de las pruebas era casi imposible tanto para hombres como para mujeres, y pedir que se rebajase la dificultad para todos (algo que se ha hecho). Otra muy distinta y que me parece terrible es que las mujeres puntúen más. Esto, repito, es una barrabasada como un castillo y no me cansaré de gritar a los cuatro vientos que, como mujer y como ciudadana, me parece absolutamente inaceptable.

Damas y caballeros, utilicemos el sentido común. Pueden hacer falta mujeres policía para registros, atención a víctimas y ciertas investigaciones. Por lo que si falta un mínimo de policías mujeres podemos bajar algo los requisitos físicos (aunque deberían compensarlo con conocimientos marciales y de autodefensa, por su seguridad y la de sus compañeros). Esto se puede aceptar porque hacen falta policías mujeres sí o sí. Pero es que no hacen falta bomberas sí o sí. Ese trabajo lo tiene que hacer el mejor sí o sí. Si los requisitos para bomberos son altos, es porque el trabajo lo requiere sí o también. Y si sólo entran los mejores, que entren los mejores, que para veso les pagamos su sueldo entre todos, hombres y mujeres.

Me repatea tener que decir perogrulladas, pero está claro que si no las berreo a los cuatro vientos, en voz alta y en mayúsculas y negritas, no quedará lo bastante claro que quienes crean estas injusticias no me representan. Ni a mí, ni a ninguna mujer dispuesta a ganarse el puesto en igualdad de condiciones con sus compañeros.

2º. Otro problema con las cuotas. Las hembristas intentan vendernos que si ponemos a un 50% de mujeres en un grupo tan elitista como un consejo de ministros, eso es una victoria para todas las mujeres, como si la mayor parte de la población tuviera alguna posibilidad de llegar al consejo de ministros. Y encima, el logro es llegar… no siendo competente, sino siendo mujer. La teoría es que cualquier mujer en un alto cargo es mejor que ninguna mujer.

Pues bien, cualquier mujer NO es mejor que ninguna mujer.

Las petardas de las cuotas pretenden hacernos creer que una ministra de Sanidad sin cualificaciones relacionadas con la sanidad que lleva puesta una powerbalance, va a hacer, de repente, de la noche a la mañana, que las mujeres estemos más representadas, cuando una enchufada incompetente en un alto cargo sólo hace ver que las mujeres llegan a altos cargos siendo incompetentes y porque van incluidas en cuotas, y da una mala imagen de cualquier mujer que esté en un alto cargo. Lo cierto es que para que los ciudadanos estemos mejor, lo que hace falta es que estén en esos puestos quien se lo merezca y sea el mejor o más competente independientemente de su sexo.

Por si no ha quedado claro: las cuotas en las altas esferas sólo reflejan un porcentaje mínimo de la sociedad. Una ministra incompetente no es un beneficio para todas las mujeres, es un beneficio para ella. Una ministra competente debería ser un beneficio para toda la sociedad (y también para ella). Por ello, un auténtico beneficio en pro de las carreras femeninas sería:

2.1-. Un sistema de guarderías nacional gratuito. Si una mujer tiene que pagar entre 300 y 500 euros de guardería, y en su trabajo gana entre 800 y 1000, puede acabar saliéndole más rentable quedarse en casa cuidando a los niños. Su periplo laboral se ve interrumpido, y a ver cómo se recupera.

Repito: poner un 50% de mujeres en las altas esferas de la población sólo ayuda a las mujeres en esas altas esferas. Será mejor que las personas que están a cargo del país sean competentes y sepan hacer su trabajo con seriedad (Angela Merkel es la primera que se me viene a la cabeza, aunque otros ejemplos serían Loyola de Palacio del PP o Fernández de la Vega en el PSOE, mujeres con las que podrás estar más o menos de acuerdo ideológicamente, pero que hacen su trabajo con seriedad -y tienen un currículo decente-).

2.2-. Promover la jornada intensiva y horarios de trabajo razonables, tanto para hombres como para mujeres. La gente no puede echar diez horas en el trabajo más transporte. No tendrá tiempo para la vida familiar. Y esta reivindicación, caso de conseguirse, también mejoraría la vida personal y profesional de los hombres. Porque, repito, la mayor parte de la gente no está en altos cargos. La mayor parte de la gente, tanto hombres como mujeres, son curritos normales que prefieren trabajar de 8 a 16 y volver a su casa pronto, que en un turno partido de 10 a 14 y de 16 a 20 horas que les deja sin tiempo para la vida familiar.

Siguiente: las cuotas pueden ser contraproducentes para las mujeres. Pueden serlo para todo el mundo en general, como cuando se solicita que se bajen los requisitos para ser bombero o policía para que entren más mujeres. Pero a veces las cuotas pueden hacer daño a las mujeres que más merecen su puesto. Esto es, a las que no lo han conseguido mediante cuota:

http://www.mastermas.com/reportajes/P1.asp?Reportaje=1140

El caso de la judicatura es tremendamente llamativo. La inmensa mayoría de nuevos jueces (casi un 70% en la franja por debajo de los 30 años) son mujeres. Si seguimos adelante con las chorraditas de las cuotas y en pro de la igualdad, tendríamos que establecer cuotas para los hombres en algunos casos como ése. Y así, sacrificar a bomberos más fuertes y resistentes para que hubiera un 50% de mujeres bomberas, mientras expulsamos de la judicatura a un 20% de mujeres más capaces que otros varones. Porque los hombres, lógicamente, van a exigir eso y en justicia hay que dárselo.

Y esto ya sin hablar de machismo social: las oposiciones se realizan mediante pruebas objetivas. Si seguimos por este ridículo camino, el 50% en todo y por todo, hombres que se merecen un puesto lo perderán, mujeres que se merecen un puesto lo perderán, y la sociedad perderá a la persona más competente para ese puesto en todos los ámbitos. ¿Es que no ven los políticos que es una gilipollez de dimensiones cósmicas?

Si esto es lo que pretenden que no cuenten conmigo. Si cambiar a una juez competente y un bombero capaz de correr más rápido por alguien menos preparado del sexo opuesto es lo que se considera feminismo, esto tiene que acabar. Va a ser necesario que las mujeres que estamos dispuestas a partirnos los cuernos en igualdad de condiciones con los hombres rescatemos el movimiento y el término de quienes están dispuestos a usarlo para justificar que haya un 50% de incompetentes con tetas en todo alto cargo político estatal.

Señoras, ya va siendo hora de plantar cara a estas revanchistas que se han apropiado del feminismo de igualdad y lo han convertido en una lucha constante de hombres contra mujeres. El feminismo todavía tiene pendientes luchas importantes, así como el varonismo. Pero no serán estas incompetentes las que consigan auténticas mejoras en los derechos de las mujeres. Ya va siendo hora de decir bien alto que estas corrientes no nos representan. A las que estamos dispuestas a ganarnos cada gramo de respeto o prestigio que consigamos, no nos representan. A mí no me representan, desde luego.

3º. Las leyes tienen que ser iguales para todo el mundo. El maltrato doméstico debe distinguir entre víctimas y agresores, NUNCA ENTRE UN GRUPO DE PERSONAS Y OTRO. Las leyes no pueden ni deben prejuzgar a nadie.

En un intento de criminalizar a todos los varones, se la llamó violencia de género, dando por sentado que sólo los varones atacan y maltratan a las mujeres. Seamos sinceros: como dije anteriormente, los varones superan en número a las mujeres tanto en las altas esferas sociales como en las bajas. Esto es, han dado más genios, más idiotas, más santos y más criminales. Por lo tanto, en general, las víctimas (en especial las mortales) de violencia de género, son en su mayoría mujeres y en general sufren esa violencia a manos de varones.

Alguna panda de tarados ha decidido que esto es excusa para redactar una ley en la que, de facto, se discrimina a los varones.

Señoras y señores, ¿qué dije arriba sobre las generalizaciones y estereotipos? Que valen en conjunto, para números grandes y conjuntos abstractos, pero cada vez menos a medida que el grupo es más pequeño, y sobre todo, que no son aplicables a individuos. O sea, que me da igual que la proporción de mujeres víctimas de violencia doméstica sea de 4 a 1. Si sólo un 25% de víctimas de violencia doméstica son varones (estadística inventada, es un ejemplo), los individuos que conforman ese 25% siguen siendo víctimas, y sus atacantes siguen siendo agresoras.

El gobierno está intentando dividir a la sociedad entre hombres y mujeres, como si los hombres siempre fueran agresores, y las mujeres siempre fueran víctimas. Algo que, por suerte o por desgracia, no es cierto. Las mujeres no somos el sexo superior. Y las mujeres son capaces de las mismas grandezas y las mismas bajezas que los varones. Ni más ni menos, mucho ojo. Exactamente las mismas. Ejemplos:

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/05/19/barcelona/1274272239.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/28/internacional/1285661378.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/10/05/galicia/1286292417.html

http://www.msnbc.msn.com/id/41319561/ns/us_news-crime_and_courts/

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/18/alicante/1292660709.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/10/29/galicia/1288381136.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/06/14/espana/1276523154.html

Podemos sacar estadísticas de cuántos parricidas o matricidas son hombres y mujeres, pero lo cierto es que la mayor parte de las personas no debería ser juzgada por lo que hace esa minoría, porque la mayor parte de las personas NO mata a sus hijos. Hay que luchar por proteger a las víctimas y detener cuanto antes, y apartar de la sociedad a los agresores. Aunque repito, lo ideal sería tener mecanismos de control que nos permitan detectar a esta clase de pirados ANTES de que cometan el crimen. No digo que siempre vaya a ser posible, pero sí afirmo que merece la pena intentarlo. No puede ser casualidad que la delincuencia sea siempre menor en países con un sistema educativo fuerte, y con un gran sentido del honor, la autodisciplina y el pensar en los demás. Una tasa cero de crimen quizá sea imposible, pero habría que buscarla, y no lo estamos haciendo.

¿Soy la única persona a la que esto le parece de traca? Una mujer puede denunciar por maltrato y será creída automáticamente. El varón no tiene derecho a la presunción de inocencia. De modo que si algunas hijas de puta abusan del sistema para joder la vida a sus parejas o ex-parejas, la presunción de inocencia de los varones se anula temporalmente. Un derecho constitucional se va al carajo en función de la palabra de una persona.

¿Qué tal si empezamos a defender a los inocentes, independientemente de su procedencia, estado social o parejas de cromosomas?
De modo que para empezar, toda la sociedad tiene que hacer un llamamiento a los políticos:

NO ES HOMBRES CONTRA MUJERES, NI VICEVERSA. ES AGRESORES CONTRA VÍCTIMAS. O para ser políticamente correctos, AGRESORES/AS CONTRA AGREDID@S. *

Las víctimas tienen que ser protegidas, y los agresores detenidos y llevados a rehabilitación psicológica o lo que puñetas toque para reinsertarles. Pero distinguiendo a agresores y agredidos por ser eso mismo, agresores y agredidos, no por su sexo. No se puede criminalizar a la mitad de la población por haber nacido con un par XY de cromosomas. Es una aberración legal, moral, ética y lógica.

¿Que España tiene un problema endémico de maltrato a las mujeres? Cierto. ¿Que hay que proteger a los agredidos y encerrar o meter en cintura a los agresores? Indiscutiblemente. Pero hay que hacerlo bien y respetando el Estado de derecho, no echándole la culpa directamente a la mitad de la población.

Preguntaréis: entonces, ¿cómo lo arreglamos?

Lo que se hace ahora es que si una mujer denuncia al varón, éste es inmediatamente arrestado. Esto está provocando que unas cuantas aprovechadas utilicen la ley para conseguir ventajas en un acuerdo de divorcio, impedir a los padres ver a sus hijos, impedirles compartir la custodia de los niños o lo que es peor, conseguir una orden de alejamiento automática y que arresten al hombre cuando a ella le dé el antojo.

Por más que queramos proteger a las víctimas (aunque este gobierno sólo quiere proteger a las víctimas de sexo femenino -a ver, como mujer lógicamente estoy a favor de proteger a las mujeres… es sólo que no veo por qué no se puede proteger también a los hombres), hay que compaginar la protección de los inocentes con la presunción de inocencia necesaria e imprescindible en todo Estado de derecho.

¿Qué es lo que yo haría? Llevar a la víctima (hombre o mujer) a un centro de acogida público hasta que se resuelva la investigación sobre maltrato. Mucho ojo, la ley contra la violencia «de género», como he dicho antes, planteaba muchas mejoras a este respecto, tanto en la atención a las maltratadas como en los juzgados. Y estas ayudas son importantes pero se han demostrado inuficientes porque cada año siguen muriendo el mismo número de mujeres o más:

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/25/espana/1293296375.html

http://www.hombresigualitarios.ahige.es/index.php?option=com_content&view=article&id=875:los-inexplicables-porques-de-un-ano-negro-en-la-violencia-de-genero&catid=59:prensa&Itemid=61

¿Por qué no se hace esto? Plantea varios problemas. Uno, hay centros de acogida, pero son pocos y caros de mantener. Habría más dinero para este tipo de cosas realmente importantes si no lo tiráramos en televisiones autonómicas y locales o diputaciones provinciales, o altos cargos que cobran una pasta, o en coches oficiales. Como digo siempre, si hay que recortar, el Estado debe recortar de donde sobra (seguro que podemos vivir sin Telemadrid, Canal Sur uno y dos, o MiPueblo Televisión, entes todos ellos que cuestan un Potosí y que sin duda son menos urgentes de mantener que un centro de acogida donde proteger las vidas de personas inocentes que sufren violencia doméstica). Si recortáramos de lo que no sirve, podríamos tener una red de centros de acogida donde las víctimas estuvieran protegidas hasta la llegada del juicio.

Ejemplos de corrupción:

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/10/31/espana/1257025522.html

Si todo este dineral desaparecido se hubiera gastado en jueces, auxiliares de Justicia y nuevos juzgados, el Estado se podría dar el lujo de poner a las víctimas bajo protección especial mientras se investiga y se trata de juzgar el caso lo más rápidamente posible.

Pero eso implicaría que nuestros políticos no podrían enchufar a sus familiares y amigos. Además, sería hacer las cosas con justicia y lógica. Luego no lo van a hacer. A no ser que les echemos del sillón durante, pongamos, los próximos doce años:

http://jovesdalcoi.files.wordpress.com/2010/06/nini1.jpg?w=450&h=182

http://www.nolesvotes.com/

Al final es lo único que entienden.

Hasta aquí la parte positiva. Y ahora perdonadme, pero tengo que terminar con una filípica. Esto es más propio de mi marido, pero me temo que ha llegado el momento de cantar las verdades del barquero con el lenguaje del barquero.

Manifiesto feminista contra los abusos del hembrismo:

Como mujer educada y trabajadora, debo decir que estoy harta de que me traten como una criatura frágil e inútil que necesita que le faciliten el camino o que le reserven cuotas en algunos estamentos, independientemente de mis merecimientos o mi trabajo. Cuando ustedes discriminan a hombres diciendo que defienden mis derechos, no defienden mis derechos, sino su derecho a erigirse en autoridad moral en defensa de los míos. Me considero feminista varonista, y ustedes no me representan. Y no me representan por varios motivos:

– Ni todas las mujeres somos excelentes personas, ni todos los hombres son el demonio encarnado. Criminalizar a la mitad de la población no me ayuda, las leyes que discriminan a los hombres no me ayudan, y cuando ustedes defienden esto, a mí no me representan.

– Ustedes no quieren crear una sociedad cohesionada. Quieren enemistar a la sociedad. No quieren mejorar la situación de las mujeres, sino pisotear a los hombres, sean culpables o no. Nos dan a todas fama de niñas caprichosas que en lugar de buscar justicia buscan revancha. Los hombres del siglo XXI no tienen la culpa de las injusticias que se hayan cometido en siglos anteriores, y la igualdad se consigue con justicia, nunca con venganza. No acepto que se me compare con ustedes y, como mujer, no acepto que digan que luchan por MIS derechos.

– Ustedes no buscan mejorar la sociedad y la situación de las mujeres, sino una excusa para mantener su elevado estatus como dirigentes y líderes sociales, y a falta de motivos, o de agallas para solucionar los problemas de verdad (las mujeres tendrían una vida laboral más plena si hubiera guarderías estatales) se buscan tonterías que criticar, visto que no son lo bastante competentes como para arreglar los problemas reales de la gente. Por ejemplo, realizar estudios sobre el sexismo en los videojuegos…

(http://www.femiteca.com/IMG/pdf/ViolenciaYsexismoEnLosVideojuegos-IAM.pdf)

…es una forma de mantener sus puestos de trabajo en el Instituto de la Mujer, no de ayudarme a mí.

– Bien, hembristas que os hacéis llamar feministas, me habéis hartado. Estoy HARTA de que secuestréis a mi mitad de la humanidad y mis derechos, en nombre de vuestra cruzada. No estáis aquí para ayudarme: estáis para justificar vuestros cargos. Y no será con mi aprobación, ni con mi silencio al respecto. Quede aquí claro que no habláis en mi nombre. No habláis en nombre de ninguna de mis compañeras de trabajo que tienen que reducir jornada porque la guardería les sale por un ojo de la cara, haciendo económicamente inviable que se dediquen a su carrera. No habláis en nombre de ninguna de mis superioras o de mi gerente, que han conseguido sus puestos en base a su competencia, trabajo duro y buen hacer, algo que vosotras denigráis al intentar forzar a mujeres en puestos que no les corresponden en función de cuotas artificiales. No habláis en nombre de las mujeres que son capaces de hacer su trabajo y superar pruebas físicas en igualdad de condiciones con los hombres, cuyo esfuerzo mermáis al facilitar esos mismos puestos a mujeres que no son capaces de superar las mismas pruebas. No habláis en nombre de las víctimas de violencia, tanto hombres como mujeres, que siguen siendo asesinados porque para protegerles hacen falta más infraestructuras, más rapidez en el sistema judicial, y menos palabras bonitas o leyes discriminatorias.

Y lo último que quiero decir es que pido disculpas a todo el mundo por no haber publicado este artículo antes. Llevo queriendo publicar esto desde el año pasado, pero había tanto que decir que no conseguía hilvanarlo. Durante todo este tiempo he dejado mi opinión (como muchas otras mujeres) en blogs, redes sociales y otros lugares. Pero estoy harta de tener que repetir que estoy en contra de la injusticia, y harta de tener que repetir que quien está dispuesta a discriminar y desatender a algunas víctimas sólo por haber nacido en la mitad equivocada de la humanidad, no sé a las demás mujeres, pero a mí no me representa. Y no habla en mi nombre.

Así que espero que desde este momento, haya quedado claro.

Saludos a todos,

Natsu

Safe Creative #1102228559205

* Y a ver si acabamos con la tontería de tener que poner en todas partes padres/madres, políticos/políticas, desempleados y desempleadas, violinistas y violinistos, o la tontuna de las arrobas para que vayan tod@s incluidos. En español, el masculino es el genérico (algo se aprende en Filología), y si dices «todos» se da por sentado (o debería darse por sentado) que se incluye a hombres y mujeres. Estoy completamente en contra que lo tradicionalmente masculino se vea como «normal» y que lo tradicionalmente femenino se vea como una «desviación de la norma», pero a ese respecto hay que mejorar las clases de Historia y antropología, no el idioma. En castellano el masculino es el genérico, pero por ejemplo en alemán el genérico es el femenino (el pronombre que significa «ella» se pronuncia igual que «ellos», «ellas», «usted» y «ustedes», y sólo cambia en que se escribe con mayúscula). No creo que la insistencia cansina por poner el «-os/as» vaya a hacer la sociedad más justa. A veces el idioma es sexista, pero no es el caso del masculino genérico.

28 comentarios »

  1. ¡BRAVOOOO!

    Sólo me gustaría que las mujeres en su grueso, también pidieran el varonismo y el feminismo. Tal y como tú lo haces.

    Encantado de haber hecho tan feliz hallazgo con tu página.

    Comentarios por misosofos — 27 febrero 2011 @ 01:42 | Responder

  2. Lo primero felicitarte por el texto, muy completo, muy bien redactado y muy sensato (que es lo más importante). Con este tema yo sobre todo veo un problema de estadísticas mal entendidas (muchas veces aposta, por desgracia). Si te sale que hay un porcentaje mayor de un grupo copando un puesto (los datos fiables) lo importante es averiguar porqué es así, porque igual no pasa nada, o igual hay un problema que se puede solucionar. Extrapolando, si en un control de poblaciones ves que cerca de tal río mueren muchos conejos no puedes coger y cerrar todas las fábricas colindantes por suponer que son los vertidos, y luego quedarte tan feliz.Pero básicamente es lo que se hace: ¿por qué hay más hombres en x puesto? ¿será porque hay discriminación carpetovetónica? sin duda, así que forcemos la igualdad y problema resuelto. Y los conejos se siguen muriendo porque el problema era una planta venenosa y todos los obreros de la fábrica a la calle.

    Y con el tema de la violencia, lo mismo. La violencia doméstica rara vez es machista. Sí, hace años existía el poso de que un hombre tenía derecho a zurrarle a la mujer para que ésta obedeciera. Y posiblemente aún exista en muchas parejas por falta de educación, pero no es la tónica. No me figuro a ninguno de mis amigos de más o menos mi edad, más o menos mi nivel cultural zurrándole a su pareja por pensar que tiene derecho. ¡Vaya, parece que la educación arregla del todo el problema! Pues no, porque resulta que la violencia es algo intrínseco y que a veces es hasta útil, pero muchas veces surge por frustraciones, y en vez de usar la violencia contra el jefe que te putea, que no puedes, cargas contra tu pareja e hijos, porque sí puedes. ¿Cómo se arregla esto? Pues hay que aceptar que por un lado, siempre se dará, porque la violencia es intrínseca, y por otro hay que aceptar que será una tarea dura de enseñar a la gente a canalizar sus iras, crear una sociedad más justa donde se sienta frustrado el mínimo de gente posible y conseguir que todo el mundo pueda mudarse en unas horas si ve que convive con alguien peligroso. Pero claro, eso es difícil y decirlo en un mitin no da votos.

    Comentarios por Kalitro — 27 febrero 2011 @ 08:47 | Responder

  3. Completamente de acuerdo, Natsu.

    50% y 50%… Pfff. ¿Es que acaso van a hacer un Código Laboral en el que los hombres tengamos incapacidad por lactancia? ¿Cómo van a hacer para que el 50% de los «modelos de penes» sean mujeres (no me mires a mí, lo vi en Friends y me pareció que sirve como ejemplo en este tipo de casos)?

    Comentarios por Daosorios — 28 febrero 2011 @ 03:47 | Responder

  4. Interesantísimo artículo, Isabel. Un canto a la lógica comprimido en ideal estilo lorquiano.

    Vengo aquí porque, como proyecto de científico social, me interesa hacer un inciso sobre el término género aplicado a la sexualidad. Tiene su origen en la sociología.

    http://en.wikipedia.org/wiki/Gender

    En esencia, es un intento descarado de separación entre ambiente y genética, en la línea de lo que se ha hecho en muchas ciencias sociales hasta la segunda mitad del siglo XX. Correspondería a un intento de centrarse en el particularismo del ser humano, un enfoque erróneo que supuestamente engrandece al Homo Sapiens Sapiens. Se diría que todos los roles de sexo son construcciones sociales, algo erróneo. En teoría, muchos roles salen de la cultura pero también tienen su base biológica: para empezar, el ser humano no hablaría tanto de sexos si en su especie no los hubiera.

    Vamos, que esos políticos han seguido pseudociencia social. ¡Joooder!

    Saludos.

    Comentarios por McManus — 28 febrero 2011 @ 14:27 | Responder

  5. Me parece contraproducente atacar tanto a los hombres, más si (como en mi caso) obtenemos beneficios directa o indirectamente de ellos. Hoy en día la guerra entre hombres y mujeres es artificial, ni siquiera acá en el tercer mundo nos segregamos mutuamente (de forma agresiva), ya no sólo compartimos el hogar como espacio común, si no el trabajo y el centro de estudios. A pesar de que hay hombres y mujeres de las nuevas generaciones que insisten en creer en estupideces ya sea por tradición o por algún motivo religioso, se puede decir que el joven común ya ha superado esas visiones, e ignora los pataleos de las hembristas.

    Yo no soy feminista, debo confesarlo, aunque debería ser así todavía me cuesta identificarme con la mayoría de las mujeres, y con esto no quiero decir que ser mujer sea malo (no olviden que sigo siendo mujer), además, considero que de ser necesarias mis ideas y mi ayuda para promover la igualdad entre los sexos estaría dispuesta a ayudar, pero no soy feminista en el sentido que le doy, por ejemplo, a mi ideología política, no tengo una posición tan firme al respecto como si la tengo en el ámbito económico, tiene que ver mucho con que considero el machismo y las desigualdades de género como algo del pasado, todavía existe (hay luchas pendientes), pero ya no se nota tanto en mi entorno.

    La verdad esto ocurre porque tiendo a identificarme más con los varones, esto no quita que todavía tenga vagina y ciertas preocupaciones que comparto con las otras mujeres, sólo digo que desafortunadamente me he topado con más varones que mujeres en este camino. No veo mal que la mayoría de las mujeres de mi entorno (así como tambien la mayoría de los chicos) tengan intereses distintos a los míos, lo que a veces no me cuadra es que sea mucho más fácil pillar un chico con mis intereses que una chica, no sé si sea porque las chicas prefieren más las cosas como las ciencias de la salud, algunas ciencias sociales, letras, artes, etc., pero pillar una chica interesada en las ciencias naturales y exactas es jodido, muy jodido, y lo podemos corroborar incluso en las altas esferas.

    Pero esto no tiene que dar pie a generalizaciones, cada persona es un mundo, y así como hay excelentes hombres es ciencias naturales y exactas, hay o hubo excelentes mujeres, por ejemplo, Ada Lovelace (la primera programadora), así como también hay buenos médicos, artistas, diseñadores y todo lo que quieras.

    No suelo estar muy de acuerdo con que las mujeres tenemos que ser necesariamente «femeninas». Si existen cosas que se dan mucho en las chicas (incluida yo) que pueden ser producto de la naturaleza o porque tengamos una irremediable tendencia a ello. Pero definir como debe ser una mujer me parece arriesgado, y es que por más que lo intento no lo logro. Como a ti te da ira que relacionen tu gentilicio con un baile a mi me da ira que por ser mujer ya den por sentado que amo las tiendas, los niños, la ropa, el maquillaje etc.
    Soy un fracaso en ese sentido, lo siento mucho, pero así es, a menos que prentenda engañarme o engañar a los demás. Tal vez por eso tengo problemas con mi madre xD

    En fin, creo que somos iguales, pero no por ello es necesario que tengamos que hacer las mismas cosas, creo que somos iguales en el sentido de que existe la probabilidad de pillar gilipollas en ambos sexos, y con eso me basta, aunque (como curiosidad) he de agregar que así como he pillado mas chicos con mis intereses, he pillado una cantidad peligrosa de estúpidos por esos lares, no daremos Newtons y Einsteins con tanta frecuencia, pero al menos podemos estar orgullosas de no tener a Franco, Hitler y a Stalin en el club.

    Comentarios por ibethk — 28 febrero 2011 @ 15:29 | Responder

  6. Lo de la gente que aprovecha las leyes para sus propios intereses, denunciando a sus ex-parejas/familiares cercanos/nuevas parejas de las mismas por maltrato o abuso sexual infantil para que le concedan la custodia de los hijos (y el uso de la vivienda familiar y la jugosa pensión correspondientes) es muchísimo más habitual de lo que la mayoría pudiera creer. La ley de «violencia de género» sólo se lo pone más fácil a las grandísimas hijas de puta (porque no tienen otro nombre) que ahora pueden limitarse a decir «es un maltratador» y quedar como víctimas aureoladas de santidad y obtener todos los beneficios correspondientes. Por su culpa, muchas mujeres que realmente son maltratadas sufren el escepticismo de los peritos expertos, que debemos mirar con lupa todos los casos y presuponer que cualquiera puede estar mintiendo. Esas zorras manipuladoras sólo hacen daño a todas las verdaderas víctimas y a la sociedad… lo que faltaba es que encima les demos ventajas.
    Siento la acritud, pero cuando has visto lo que yo he visto, lo raro es que no te vuelvas cínico.

    Comentarios por sibiladedelfos — 1 marzo 2011 @ 00:25 | Responder

  7. Suscribo cada una de tus palabras, como miembro de un cuerpo policial tuve que competir en circustancias desfavorables (para los hombres) por una plaza de acceso, y una vez dentro he tenido que detener a más de un pobre hombre que, sin haber hecho nada para merecerlo, se vio pasando la noche en una celda gracias a las leyes imperantes.
    En alguna ocasión me han llegado a decir que nunca habian pensado levantar la mano a nadie, pero una noche en blanco en el calabozo les hace pensar ¿Si ya estoy aquí sin haber hecho nada, pues tendre que hacerlo para estar por algo no?

    Muchísimas gracias L.O. 1/2004. Cuando llegue la hora de votar yo tambien diré: «Ustedes no me representan, ni quiero que lo hagan».

    Comentarios por noldwar — 2 marzo 2011 @ 15:59 | Responder

    • Muchas gracias a ti por comentar y por dar tu opinión. Me agrada saber que hay más mujeres que no sólo piensan así, sino que están dispuestas a decirlo en alto. Ya va siendo hora de que demostremos eso mismo, que las hembristas no nos representan a la mayoría.

      Un saludo,

      Natsu

      Comentarios por natsufan — 3 julio 2011 @ 14:26 | Responder

  8. La verdad es que me gusta crear comentarios para crear polémica y así poder llegar más lejos en el tema de marras.
    Sin embargo he de decirte que no hay nada en tu escrito que sea susceptible de polémica.
    Lo asumo en su integridad.
    ¡Impecable!.

    Comentarios por luisbenavent — 14 marzo 2011 @ 14:54 | Responder

  9. Natsu, una palabra: INCREIBLE!

    Les lei este post a los compas y lo aplaudieron!!!!!

    mis mas sentidas felicitaciones, me encanta , me fascina!!!!

    Gracias por hacerlo.

    Comentarios por kozure — 20 marzo 2011 @ 04:44 | Responder

  10. Brillante. Por fin encuentro a alguien quien, no sólo comparte mi punto de vista en este tema, sino que además es capaz de ponerlo po escrito de la manera más clara y contundente posible.
    Gracias por gritarlo de una vez!! Lo voy a difundir a gritos, a los cuatro vientos, en negrita y subrayado!! Había llegado a pensar que era un ejemplar hembra de la especie humana un poco atípica, pues no encontraba mi lugar entre los machistas, las feministas y los indiferentes. Criticada e incomprendida por todos los bandos. Ahora estoy segura de que no soy yo la que está mal… ni sola!! Afortunadamente, la experiencia me ha demostrado que con coherencia y sentido común, se pueden transgredir los estereotipos. Nos pongo de ejemplo a la estructura familiar que hemos construído mi exmarido, mi hija de 10 años y yo. Nos cuidamos, nos apoyamos, nos respetamos, nos defendemos, nos queremos. No importa que seamos hombres, mujeres, niños, adultos, juntos o separados. Se puede conseguir!! Y nosotros presumimos y compartimos nuestra trayectoria, espero que sin prepotencia, a todo aquel que nos quiera escuchar. Considero que es nuestro deber convertir estos pequeños cambios en una onda expansiva para que dejen de ser situaciones excepcionales.

    Comentarios por elskenelsken — 25 abril 2011 @ 13:14 | Responder

    • Muchas gracias por responder.

      Quiero decirte que no sólo no eres la única mujer que piensa así, sino que tampoco eres la única mujer que conozco que se lleva perfectamente bien con su marido tras un divorcio, y comparte la custodia. Tengo un par de conocidas que son como tú: se llevan bien con sus ex-maridos y los padres tienen a los hijos la mitad del tiempo (y los hijos a los padres). Por desgracia, este tipo de comportamiento que muestra bondad, sentido común, respeto hacia otro ser humano, capacidad de comprensión (no dejarse caer en el odio porque el matrimonio no funcione), y sobre todo, amor hacia los hijos, no sale en las noticias. Ni en los corrillos. Siempre oímos el caso de la madre soltera que tiene que cuidar al niño sola porque el padre pasa de ella, o el caso del hombre tirado en la calle porque la mujer se quedó con los hijos y la casa, y encima le toca a él la pensión y la hipoteca. Hay más gente buena y razonable de la que parece. Pero no salen en las noticias.

      Esto que dices:

      «Y nosotros presumimos y compartimos nuestra trayectoria, espero que sin prepotencia, a todo aquel que nos quiera escuchar. Considero que es nuestro deber convertir estos pequeños cambios en una onda expansiva para que dejen de ser situaciones excepcionales.»

      Es muy importante. Espero que con el tiempo cambie la conciencia social y las cosas mejoren para todos. Y no hay nada mejor que predicar con el ejemplo.

      Un saludo,

      Natsu

      Comentarios por natsufan — 3 julio 2011 @ 14:11 | Responder

  11. Me parece que tendrías que utilizar la etiqueta que te ofrece el editor de WordPress. Al entrar a tu blog hay una cantidad densa de texto que dificulta la navegación.
    La etiqueta mencionada hace que en el inicio solo se muestre una parte del texto, el usuario puede elegir leer el resto o no.
    Un consejo nada más, continúa escribiendo!
    Saludos!

    Comentarios por K-cho — 5 junio 2011 @ 02:35 | Responder

    • Gracias por la recomendación. Pensé que serviría con el índice de artículos de la derecha, donde están todos. Pero tienes razón, esa forma de etiquetado irá mejor, aunque no sé si este tema tiene esa posibilidad.

      Un saludo,

      Natsu

      Comentarios por natsufan — 5 junio 2011 @ 21:54 | Responder

  12. Vaya, hombre, es gratificante leer opiniones de este tipo en una mujer, opiniones que, a día de hoy, tengo la impresión de que siguen siendo claramente minoritarias entre las féminas.
    Sobre todo porque creo que van en la dirección correcta, en la dirección que realmente hace progresar las sociedades, esto es, DENUNCIANDO LAS INJUSTICIAS O FALSEDADES SIEMPRE CON AFÁN INTEGRACIONISTA. Yo, como hombre, puedo reaccionar frente a las actitudes hembristas convirtiéndome en un misógino recalcitrante o tratar de combatirlas desde el convencimiento de que la erradicación de una actitud injusta beneficiará siempre tanto a hombres como a mujeres (aunque esa injusticia concreta beneficie a uno de los dos sexos), porque siempre habrá personas, sean del sexo que sean, capaces de aceptar un razonimiento sincero y coherente.
    Así que nada, me alegro de haber leído este post en el que he ido a parar de pura casualidad.
    Sólo un matiz, la contrapartida al feminismo suele llamarse «masculinismo» más que «varonismo». Al menos es un término que está bastante más extendido.
    Un saludo.

    Comentarios por vaiosharisteas — 16 junio 2011 @ 00:52 | Responder

    • Gracias por comentar.

      Hay algo que ha escrito que me preocupa:

      tengo la impresión de que siguen siendo claramente minoritarias entre las féminas.

      Mmmm… me temo que esto no es cierto. Las hembristas que se hacen llamar feministas son las que hacen más ruido y hablan en nombre de todas. Pero si salgo a la calle y hablo con mujeres normales y corrientes, veo que no son la mayoría.

      Párate a pensar un momento. ¿Cuando oyes a los políticos, piensas que re representan? Porque el «feminismo» (que es hembrismo) que conoces ahora, si te das cuenta, viene de los trepas de la esfera política. Hay feministas (de las de verdad) en contra del hembrismo, y son muchas. Pero no están en los partidos políticos, y las conoces menos.

      Lo que quiero decir es que el «feminismo» que ves en política y en los medios no es todo el feminismo (en mi opinión, ni siquiera es feminismo), pero es que además se circunscribe a una casta política que vive de ser más «progre» que nadie, aunque eso implique crear o mantener desigualdades. Debería de ser obvio que no hablan en nombre de todas, pero como ellos tienen los medios de comunicación, me vi obligada a gritar al mundo que no, no hablan en nombre de todas.

      Sobre todo porque creo que van en la dirección correcta, en la dirección que realmente hace progresar las sociedades, esto es, DENUNCIANDO LAS INJUSTICIAS O FALSEDADES SIEMPRE CON AFÁN INTEGRACIONISTA.

      Ahí. Hay que denunciar las injusticias en general, más que nada porque cuando hay injusticias y abusos, en general vienen de un grupúsculo pequeño (de hombres y mujeres) y afectan a toda la sociedad. Hombres y mujeres.

      Yo, como hombre, puedo reaccionar frente a las actitudes hembristas convirtiéndome en un misógino recalcitrante o tratar de combatirlas desde el convencimiento de que la erradicación de una actitud injusta beneficiará siempre tanto a hombres como a mujeres (aunque esa injusticia concreta beneficie a uno de los dos sexos), porque siempre habrá personas, sean del sexo que sean, capaces de aceptar un razonimiento sincero y coherente.

      Me da miedo la primera opción que comentas. En cuanto a la segunda, siempre he pensado que la gente que quiere justicia es más que la que no. Es la impresión que tengo: a los hombres decentes (la mayoría) les parece horrible que un esposo maltrate a su esposa, y a las mujeres decentes (la mayoría) les parece horrible que una mujer deje a su marido en la miseria tras un divorcio y le impida ver a sus hijos, por ejemplo. Y con «decente» quiero decir «honrado», «buena persona». Son una mayoría… pero claro, los casos que llegan a las noticias siempre son los extremos. Raras veces se habla de esa amiga divorciada que comparte la custodia y está de buenas con su marido, que sigue siendo su amigo. No hay titulares con la gente razonable, justa y feliz.

      Así que nada, me alegro de haber leído este post en el que he ido a parar de pura casualidad.

      Me alegro de que lo hayas leído porque temo como una vara verde que las hembristas acaben representando en la opinión pública a todas las mujeres. Como si todas opináramos como ellas, cuando no hacen sino utilizarnos a las demás para vender su agenda política.

      En cuanto al masculinismo, haces un apunte interesante. Conozco el término, pero la RAE no lo reconoce en castellano, ya que viene del inglés «masculinism». Como la palabra no existía (oficialmente) en castellano, decidí inventarme una nueva. Y como «macho», «hembra» y «fémina» sí existen en castellano, por coherencia, el término que me pareció más correcto (en castellano) fue varonismo, porque así creo oposición razonable entre las doctrinas que buscan igualdad y el desarrollo máximo de las personas (feminismo y varonismo) opuestos a las doctrinas que defienden, de algún modo u otro, la superioridad de uno de los sexos (machismo y hembrismo). Igual tengo que corregir este artículo cuando el término del inglés sea aceptado oficialmente en castellano, pero de momento me voy a «tirar el pegote» y usar el mío, que me gusta más y además es castizo ;-)

      Un saludo, y gracias por comentar,

      Natsu

      Comentarios por natsufan — 18 junio 2011 @ 00:09 | Responder

  13. SOLO PASABA A DECIRTE QUE ESTE ARTICULO ES UNA AUTENTICA JOYA!!!!! Y QUE DE AHORA EN ADELANTE ME DECLARO PÚBLICAMENTE TU FAN JEJEJEJE
    No pero hablando en serio, todas y cada una de las cosas que estas posteando en esté articulo estoy profundamente de acuerdo, no hace mas falta que ver que las posturas de las feministas radicales son igual de inteligentes que las de los zeistgestianos y demas conspiranoicos, bueno vaa, son exactamente iguales a las posturas de los machistas.

    Comentarios por David Ortiz Romero — 17 junio 2011 @ 20:36 | Responder

  14. Hola, en primer lugar debería daros las gracias a tí y a tu marido por esa maravilla que hicisteis refutando Zeitgeist, que a mí me pilló siendo aún demasiado ingenuo y solo me quedé con una especie de sentido arácnido impreciso de que algo no cuadraba ahí. En esa situación, encontrar vuestro reportaje fue como una enorme clase práctica de cómo evitar que te cuelen uno de tantos pufos que corren por internet, además de aprender sobre materias a las que no me suelo acercar. Por otra parte, hace poco pude comprobar por mí mismo el esfuerzo que pudo suponer porque hice un texto parecido para refutarle a una amiga un vídeo sobre la no llegada del hombre a la luna que duraba ocho míseros minutos, y me habría llevado dos días de plena dedicación si lo hubiese echo del tirón. Repito, gracias por pegaros semejante paliza para desacreditarlo.

    Y con respecto al artículo, no te quedaste muy lejos en el porcentaje de asesinatos domésticos cuyas víctimas son hombres.

    Datos del 2009:
    – Hombres que han matado a su pareja o ex pareja mujer: 55
    – Hombres que han matado a su pareja o ex pareja hombre: 1
    – Mujeres que han matado a su pareja o ex pareja hombre: 9

    Haz clic para acceder a DOC1272275712_informe_muertas_2009.pdf

    Comentarios por Jose Antonio Presas Blanco — 22 junio 2011 @ 18:17 | Responder

    • Gracias por la información, y sobre todo por la fuente. Me interesa mucho este tema.

      Lo gravísimo de la situación es que 55 personas han conseguido que millones pierdan derechos. Es increíble que por un número escasísimo de tarados (porque 55 de una población de más de cuarenta millones, de los que serán varones unos veinte millones, son un porcentaje minúsculo), se han eliminado derechos a millones de hombres. Esto es increíble. Increíblemente injusto.

      Saludos,

      Natsu

      Comentarios por natsufan — 3 julio 2011 @ 14:22 | Responder

  15. «Por ejemplo, realizar estudios sobre el sexismo en los videojuegos es una forma de mantener sus puestos de trabajo en el Instituto de la Mujer, no de ayudarme a mí.»

    Si tuviera que elegir una frase para condensar el problema (o mejor dicho, su persistencia y el que se agrave), sería esta.

    Excelente artículo.

    Comentarios por gorinkai — 28 junio 2011 @ 21:17 | Responder

  16. Soy hombre (21 años) y te doy mis sinceras felicitaciones, ojalá tanto mujeres como hombres pensaran igual que tu. Lamentablemente poco a poco en mi pais (Colombia) se establece un hembrismo, principalmente en las mujeres entre 18 y 25 años, las unicas mujeres que nos respetan son nuestras madres y abuelas. Ahora tenemos que aguantarnos comentarios acerca de una supuesta superioridad de las mujeres en muchos campos principalmente en la sexualidad y en el estudio, cosa que considero ilogica, no hay mayor desempeño por ser mujer ni por ser hombre, todo depende de la personalidad y los gustos de cada persona. Lamentablemente ahora las chicas que sacan mejores notas dicen ser mejores que nosotros y lo acuñan a un orgullo feminista que es lo más ofensivo de todo. Que falta de todo, el cerdo machista en mi pais se extingue y ahora me suben a una «intelectual» que dice que por ser mujer es mejor que yo y la llaman intelectual mis comañeras que desastre por Dios, esto va a pasar de ser un mundo machista extremadamente absurdo a ser un mundo hembrista igualmente ilogico y lo peor de todo es que la gran mayoria de las jovenes que menciono esta a favor y dicen que se esta haciendo «justicia» e «igualdad» con nosotros los hombres. Me opongo ambos manifiestos sexistas por igual, no me parece intelectual el ejecutivo multimillonario con PhD que es un machista o la ejecutiva superimportante con millones de titulos que considera que los hombres somos inferiores…igualdad, igualdad, porque la verdad no me causa placer humillar a alguien por no ser algo, no voy a ser feliz humillando a los demas, ni menos voy a lograr tener mi autoestima en alto diciendo que porque soy hombre puedo tener varias mujeres o que soy mejor fisicamente que ellas, para nada. Espero que muchas mujeres lean este articulo y le den más respeto a los hombres, claro a esos buenos padres, hermanos, familiares, amigos y novios.

    Comentarios por Sebastián Castañeda — 3 julio 2011 @ 01:00 | Responder

    • ¿También ha llegado a Colombia la tontería? Vaya, malas noticias.

      Una cosa me llama la atención de lo que dices. Esto:

      y lo peor de todo es que la gran mayoria de las jovenes que menciono esta a favor y dicen que se esta haciendo “justicia” e “igualdad” con nosotros los hombres

      Efectivamente, he oído a mujeres decir: «los hombres han aplastado a las mujeres durante siglos y ahora nos toca a nosotras». Cuando oigo semejante barbaridad, me da tal oleada de indignación que me arden las entrañas. ¿Pero eso qué clase de porquería revanchista e injusta es? Para empezar, como digo en el blog, las injusticias en general han sido más desde una élite (aunque esta élite estuviera formada sobre todo por varones) hacia todos los demás, que de hombres a mujeres. Y para continuar, es una aberración cuasi criminal culpar a los hombres del siglo XX y XXI por lo que hayan hecho los del siglo XIX para atrás. Por muy machistas que fueran Confucio, Aristóteles o Cirilo de Alejandría, en justicia no se puede culpar a Paco el pizzero por lo que hayan hecho otros hombres mucho antes de que ellos hubieran nacido. Es de cajón.

      La afirmación de que «es culpa de los hombres lo que pasaron las mujeres en el siglo XV, luego sufran los varones del siglo XXI», es la misma barrabasada de «las mujeres son poco confiables, porque Eva fue la que se comió la manzana e hizo que nos expulsaran a todos del paraíso». De acuerdo que no hay pruebas de la existencia de Eva, pero aun así, repito que el revanchismo injusto, el culpar a hombres inocentes por lo que hicieron otros hombres hace siglos, repugna a la lógica, al sentido de justicia, a la ética, al más elemental sentido común, y a las mujeres como yo que pretendemos ser justas y racionales. Si queremos una sociedad sin prejuicios, tenemos que juzgar a cada persona (hombres, mujeres, blancos, negros, creyentes, ateos, agnósticos y bailarines de flamenco) individualmente, independientemente de lo que hayan hecho o dejado de hacer otros elementos del «grupo» al que pertenecen. Los estereotipos (gastaré el teclado de repetirlo) NO son aplicables a los individuos.

      Me fastidia muchísimo que actúen de esa manera. Van a conseguir que se desprecie a las mujeres si siguen comportándose de ese modo, no tanto por la falta de justicia que demuestran… sino por la falta de criterio y de sentido común. Si una mujer me dice «como las mujeres han sufrido discriminación, ahora le toca a los hombres», la consideraría incapacitada para cualquier puesto de responsabilidad que requiriera un mínimo de juicio. Porque además… Los romanos invadieron Hispania, ¿los españoles vamos a discriminar a los italianos un ratito? Que los pueblos americanos conquistados por los españoles también discriminen a los españoles de hoy en día un rato, pues, en «justicia». Y ya que estamos, los negros van a tener que discriminarnos a los blancos otro poco… ¿Suena estúpido ya, o tengo que seguir poniendo ejemplos de revanchismo idiota?

      Me fastidia mucho que haya mujeres con tan poco criterio. Siempre me queda el consuelo de conocer a las que no son así. Isabel Allende, por ejemplo, proponía justo lo opuesto: el perdón de las «ofensas históricas», en su obra magna, La casa de los espíritus. Lo que ocurre es lo de siempre: las gritonas revanchistas son minoría, pero son las que hacen más ruido.

      Comentarios por natsufan — 3 julio 2011 @ 13:59 | Responder

  17. Podría comentar el artículo, pero es que entonces no pararía de aplaudir; de hecho, me he hecho cuenta de WordPress con el único objetivo de dejar este comentario.

    Sin decir nada nuevo, sistematizas los argumentos de forma magnífica. Además, cuentas con la ventaja de ser mujer: yo soy hombre y si quiero expresar este tipo de opiniones tengo que (por desgracia) rodearlas de circunloquios del tipo («a ver, no me malinterpretes, estoy tan de acuerdo como el que más con que se proteja a las víctimas de la violencia de género, pero…»). Y creo que todos desconfiamos bastante de los argumentos que llevan un «pero» delante.

    En fin, lo dicho: muy buen artículo. Quiero leer lo que has ido haciendo sobre Zeitgeist, pues soy una persona profundamente escéptica, y siempre me escamó ver a tanta gente fanática de las tesis conspiracionistas que (según parece, no lo he visto) se defienden en el documental.

    Comentarios por sirsamuelvimes — 5 julio 2011 @ 22:22 | Responder

    • Gracias por comentar.

      Lamento que, por ser hombre, pienses que tienes que andar con pies de plomo cuando opinas. Pero creo que no te hace falta. Sinceramente, no creo que debas pedir disculpas o autojustificarte por exigir justicia. De momento, ya de base estoy en desacuerdo con la frase:

      «estoy tan de acuerdo como el que más con que se proteja a las víctimas de la violencia de género»

      Te recomiendo que a partir de ahora utilices la frase:

      «estoy de acuerdo con que se proteja a las víctimas de la violencia.»

      Punto. Y ahí tiene que terminar. Que un hombre sufra violencia le convierte en víctima. Por lo tanto, debe ser protegido. Cualquier persona víctima de la violencida debe ser protegida con todo el poder de la ley y el estado derecho, por ser persona, sea hombre, mujer, hermafrodita o lector de la saga Crepúsculo. Lo contrario es injusto. Y si buscamos igualdad, tiene que haber justicia para todos. Si detrás del «pero» quieres decir que no se pueden retirar derechos a un colectivo de 20 millones de personas por lo que hacen al año unos 60 ó 70, no hace falta que uses el «pero». Basta con algo como:

      «Hay que proteger a las víctimas de la violencia. Hay que juzgar igual a las personas independientemente de su sexo».

      El «pero» es una trampa, porque como bien dices, nadie hace caso a lo que va delante del «pero». El fallo es que no hay «pero» en tus reivindicaciones y tú lo añades. Las víctimas deben ser protegidas Y los hombres tienen derecho a su presunción de inocencia amparada en la Constitución. No son premisas incompatibles, contradictorias u opuestas, luego no tienen que ir unidas con un «pero», ni un «sin embargo» ni un «no obstante». No te autojustifiques ni pidas disculpas por ser hombre: yo no las pido por ser mujer. Para tu próxima discusión, te recomiendo que utilices algo como:

      Las víctimas deben ser protegidas Y los hombres deben conservar todos sus derechos. Justicia e igualdad para todos.

      Tan simple como eso. Espero que no se te coman vivo ;-) , me gusta pensar que la mayor parte de la gente es razonable.

      Igualdad no es retirar derechos a unos para dárselo a otros. Igualdad es dar más derechos a todos. No tiene más misterio. ¿Que el 25% de las víctimas de violencia doméstica son varones? Entonces hace falta un 25% de centros de acogida para varones víctimas de violencia doméstica. ¿Por qué las mujeres tendrían un 75% más de plazas en centros de acogida? Porque hay más mujeres víctimas. En eso consiste la igualdad: en dar a todos los mismos derechos, independientemente del grupo al que pertenezcan y de sus diferencias naturales. Por eso las mujeres son el 100% de las parturientas y los hombres reciben el 100% de los tratamientos por cáncer de próstata. Pero lo que no se puede hacer es ningunear a los hombres que son víctimas sólo porque son una minoría. Porque al final, los criminales son una minoría y no hay derecho a que os representen a todos. Es una cuestión de justicia, y de tratar a cada persona como un individuo, sin prejuicios.

      Me alegra que te gustara este texto. Espero que empecemos a contrarrestar la imagen que las hembristas están dando de todas las mujeres.

      Un saludo,

      Natsu

      Comentarios por natsufan — 6 julio 2011 @ 00:30 | Responder

  18. El problema de las «feministas» de nuevo cuño -que sólo buscan obtener prebendas- es que han distorsionado, por mediación del lenguaje, la realidad de la mujer en España, amoldándola a una visión completamente sesgada y politizada. Parece que unas pocas no puedan ejercer influencia sobre el resto de mujeres, pero sí pueden, y más si los medios de comunicación fomentan su visión artificial y manipulada. Hablar, por ejemplo, de «violencia machista» es decir que toda violencia ejercida hacia una mujer por un hombre conlleva un odio hacia esta por el mero hecho de serlo. Es una gilipollez, por supuesto, pues las causas del asesinato pueden ser varias y no tiene que haber ningún tipo de componente misógino en el mismo.

    Esa distorsión, aparentemente imperceptible, cala en el pensamiento del resto de las mujeres que asumen que sigue existiendo un pensamiento machista global y al que los hombres -españoles- profesan culto cual divinidad; mentira, obviamente, pues si por algo se caracteriza actualmente la sociedad española es por la ausencia de vejaciones hacia la mujer y por la posibilidad de que esta se desarrolle y llegue a obtener un puesto por méritos propios, cobrando lo mismo -salvo algún caso aislado que es excepción y no norma-. La feministas deberían hablar de «micromachismo», es decir, de un machismo que se produzca en un ambiente o situación determinada y no sesgar la realidad para sus propios intereses, puesto que ello impide que, por ejemplo, autenticas mujeres maltratadas no denuncie por temor a pensar que su denuncia pueda ser tomada como falsa; las leyes deben cambiarse y eliminar todas las discriminaciones positivas.

    Texto impecable, coherencia y claridad de ideas, te felicito. Saludos.

    Comentarios por Bastardo de Cioran (@Cioranofilo) — 8 septiembre 2011 @ 02:18 | Responder

  19. Mis más sinceras felicitaciones por tan magnífico artículo, tendría que haber muchas más personas que pensaran tan abierta y francamente de otros temas, seguro tendríamos una sociedad mucho mejor
    Ahora daré mi opinión como han hecho otros para enriquecer esto algo más. En mi caso éste y otros temas prefiero verlos desde un punto de vista materialista, no soy sociólogo ni aún historiador (17 años no dan para mucho, ciertamente) pero tengo la costumbre de favorecer las teorías que se basan en que dos y dos son cuatro. El hembrismo me da mala ostia por el mero hecho que es un machismo invertido que parece estar bien visto y justificado en el occidente del siglo xxi , lo que resulta inaudito. En el mundo de hoy, de todos modos, sólo hay que analizar cómo funciona la bolsa o cómo la gente compra dinero que no existe(acciones, dicen que son) pidiéndole al banco más dinero que no existe para invertirlo en negocios fantasmas de empresarios españoles, dinero sospechoso suizo movido por agentes franceses desde Tegucigalpa y similares. En un planeta así espérate eso y lo que te salga
    Visto desde la idea de lo que importa es el dinero para configurar la vida yo aportaría que el hembrismo (corriente pseudofeminista como bien señalas de los políticos oligarcas del PPSOE aquí en España y por sus homónimos en otras partes) no puede existir sin una base que permita a los políticos meter esas ideas: Sin tierra bien roturada no se plantan semillas de ninguna clase, y menos unas que dan plantas tan retorcidas. El feminismo equitativo no vale para un sistema que se basa en que unos pocos defraudadores del fisco manden sobre sus perros los políticos ‘’electos’’ (votados por nosotros, pero con los votos contados por el señor Hont) por ello la idea de este feminismo nuevo es la desigualdad, reforzarla lo posible. No es una conspiración, es el resultado de moldear la sociedad a imagen de la élite.
    Las primeras mujeres que querían ‘’igualdad’’ tenían pamelas extravagantes, no se retorcían de hambres mientras veían a sus hijos morir asfixiados en minas o triturados al arreglar máquinas. Era todo aburrimiento, por ello se entretuvieron con el voto. Las feministas de verdad no recibieron el apoyo ‘’desinteresado’’ que les dan los gobiernos de hoy porque hubiera sido apoyar no a las mujeres de los ricos, sino a las de los sindicalistas y demás rojos que tenían como objetivo ‘’quitarle’’ el dinero a tales ricos, algunos con medidas tan suaves como las que han venido usando los anteriores para mantener dichas fortunas a lo largo de los siglos (véase los anarco-comunistas cómo se las gastaban)
    El hembrismo es en sí una manera de asegurar que la mujer no pueda desarrollarse como ser humano, sino como herramienta para el trabajo y consumidora impulsiva en la tienda. Los mass media imponen de varias formas, y esta es una. La mujer y el hombre capitalistas (tanto acomodados como de las supuestas clases medias) que priman ahora tienen como principal virtud ser superficiales, hipócritas, vanidosos. El hembrismo no sirve de ayuda para nada, sólo perjudica al extenderse como uno de los muchos cánceres sociales que tenemos encima:
    1ºEvita la libertad sexual completa de la mujer: Puede elegir con quién se acuesta, pero guardando cuántas veces, qué prácticas y sobretodo…con quién. Las mismas mujeres hembristas (no los hombres como se piensa) son las primeras en tildar de ‘’guarra’’ a cualquier que se haya liberado de los convencionalismos sociales. La idea es un escote más que generoso que sólo pueda mirar el de tu mismo estatus, igual de rico y guapo (donde se relacionan personas con ambos atributos muy distantes es en cuentos de hadas) es una idea que está más que bien aceptada, cada cual tendrá sus anécdotas
    2ºNo busca eliminar los problemas reales de la mujer: El problema más oído no es la violencia de género(que es violencia bárbara mediatizada inmoralmente en demasiados casos), sino que se cobra menos por el mismo trabajo. Eso les ocurre a las mujeres que no cobran una serie de pluses porque a x empresario no le da la gana pagárselos. Si uno es frío la idea es tener a trabajadores sin derechos y pagándoles una miseria, así que hay que ir a por los sindicatos, recortar sueldos como sea, contratar inmigrantes ilegales…como las hembristas están a favor del sistema que les da de comer, no atacan a la escoria culpable del problema de la diferencia de sueldos.
    3ºEvaden la ley: Un Estado funciona si tiene disciplina, método seguido rigurosamente. Si es justo el método, la ley, la política, lo que sea, todo va bien. Ejemplos como la SGAE( entidad privada con prerrogativas y poderes públicos) son conocidos, las hembristas se saltan la imperfecta constitución y los principios básicos y lógicos de la ley al considerarme a mí mismo ahora ‘’violador y maltratador en potencia’’ culpable antes que inocente. Esto no tiene nada de bonito. Pretenden imponer su razón por ende para defender sus intereses y prebendas (cuando asesinaron a los hermanos Graco en nombre del orden lo hicieron los ricachones de toda la vida saltándose la ley, y de ahí en adelante se hundió Roma…) y eso daña más a este país, más aún
    Podría poner como punto 4º lo que todos han señalado :Que colocan como verdad unos malos argumentos que buscan la revancha y se cimientan en el rencor y en el odio, pero ya estaría muy visto. Hoy en día el machismo no es una amenaza (todos ellos están metidos en periódicos vasallos de uno de los dos partidos turnistas ‘’democráticos’’, véase a Sostres) por lo menos no una importante, se sabe que están regular de la cabeza en algunos casos y en otros que mejor sería mandarlos a todos a Polonia para que estuvieran como en casa. Pero contra este movimiento en contra de las personas y que ataca a las mujeres tanto como el mismo machismo pero en otro sentido, hoy día apenas se puede hacer nada. Puede que haya un retroceso con la llegada del ala dura capitalista que no de tanto viento al hembrismo como el ala blanda que ha venido gobernando hasta ahora, pero creo que si se puede tener confianza en ellos no es precisamente en aspectos como éste, precisamente
    Espero haber aportado algún argumento interesante. Yo resumiría esto en que cada individuo es diferente pero todos los colectivos deben respetarse y tener las mismas oportunidades, sólo la madurez de la humanidad puede conseguir esto. Llevamos desde Mesopotamia madurando, un día de estos toca va a tocar avanzar hacia adelante, fijo

    Comentarios por cristhien — 16 septiembre 2011 @ 22:38 | Responder

  20. […] NO SE PUEDE discriminar legalmente a la mitad de la población por esa causa. Como dije en el anterior artículo: “Hoy retiran la presunción de inocencia a los hombres para salvar vidas de mujeres (que la […]

    Pingback por Elecciones del 20N en España. Reflexiones rápidas. « El diario cada vez menos privado de Natsu — 13 noviembre 2011 @ 10:59 | Responder

  21. Hola Natsu – me llamo Edgar luis gomez del pais méxico.

    Suscribo tu articulo, tocas un tema que las autodenominadas «feministas» no tocan.

    Me gustaría saber tu opinión sobre los temas que están discutiendo hoy «las feministas». como los comerciales «sexistas» de axe http://esceptica.org/2012/01/13/tercer-grado-la-anarquia-feminista-espera-que/ – el desdoblamiento de la lengua. los «micromachismos» no el concepto original que habla de la dominación del hombre sobre la mujer en una pareja !no! si no que ahora los piropos inocentes, un halago hacia el cuerpo de la mujer es interpretado como machismo o que estamos «tratando» a las mujeres como objeto.

    De antemano gracias y espero tu respuesta.

    Saludos. :D

    Comentarios por Edgar Luis Gomez — 16 abril 2012 @ 09:41 | Responder


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